jueves, 31 de diciembre de 2009

Ordenador

Entre ayer y hoy he descubierto muchas cosas del mundo de los ordenadores, probablemente de una manera que habría preferido ahorrarme. No fue curiosidad, no fue un deseo de conocer más acerca la curiosa vida de mi trasto, fue necesidad. Murió. La torre se encendía, la pantalla apagada.

He preguntado ya no sé ni a cuantas personas distintas, me dijeron muchos métodos distintos y yo, pues nada, lo hice. He limpiado una tarjeta gráfica, es decir, descubrí qué es, qué hace y dónde está una tarjeta de esas, que por cierto, no sé por qué la llaman tarjeta. He sacado polvo en bolas, entre las rendijas, del ventiladores, de los otros ventiladores... bueno, limpieza en toda regla.

Este año, el final de este año, no está siendo del todo bueno en mi vida. Muchos problemas y prisas, además de pocos ánimos. Pero el cacharro este me está dando una alegría, soy capaz de buscarle una solución a un problema y eso me enorgullece. Algo debo de haber conseguido este año, creo que solucionar mis errores y problemas lo he conseguido aprender.

viernes, 25 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

Hoy es el día de Navidad. Supongo que todos estarán felices, por ahí, en la casa de algún familiar, probablemente de la abuela, preparando montón de comida y viendo a los más pequeños correr por ahí, con su pequeño juguetito del hombre gordo y con cantando todos algún villancico.

También pueden ser de esos españoles que creen que no se celebra la Navidad sino los Reyes, no me encuentro entre esa gente, y estarán como mucho almorzando junto sin haberse puesto guapos o haberle regalado algo al pequeñajo de la familia.

La verdad, me da exactamente igual como lo celebren. Esta no es una entrada hecha hoy, la he dejado escrita porque me hacía ilusión que mi blog se actualizase en un día tan... especial. Si todo ha salido bien, ahora mismo debo de estar esperando a que mis tíos aparezcan por la puerta con mis primos pequeños, mi madre debe de estar gritándome que me pruebe la ropa, mi padre querrá ir a dar un paseo y yo estaré entretenida jugando con la pistola nueva de mi primo.

Puede que no tenga una familia de película. No somos de los que nos ayudamos, nos llamamos todo el rato, nos contamos las cosas y demás. Mejor dicho, somos lo contrario. Nos peleamos todo el rato, nos ponemos malas caras, nos gritamos, nos ignoramos... No creo que haya alguien, por no decir nadie, a quien le gustaría tenerla. Pero hoy es día 25.

Desde la primera Navidad que recuerdo ha pasado mucho. Son bastantes los que se han ido y alguno que otro ha llegado. Pero hay cosas que no cambian. Por mucho que huyamos de ellos, hay frases y hechos que se nos quedan grabados. Hoy, por muy poco que me gusten todos ellos, me sentaré en la mesa y me reiré con ellos. Comeremos el queso que mi tío trae del extranjero, recordaremos las mismas anécdotas de cada año, algo en la comida saldrá mal, como siempre, pensaremos en mi abuela, en la de cosas que salieron mal y no habrían salido mal si ella estuviese. Nos pegaremos una semana diciendo "cuidado con los soplillos" en honor a ella, pero alguno se romperá, como cada año.

No soy de esas a las que le encanta la Navidad, de las que se pegan días y días comprando regalos. Pero si soy de las que, por unos pocos días al año, disfruta pensando que tiene una feliz familia unida donde no hay problemas y todos se quieren. Puede que no sea verdad, ¿pero a quién le importa? Cada uno tenemos una idea distinta de la Navidad. A mí me gusta porque me puedo mentir a mí misma. Sea cual sea tu razón, ¡feliz Navidad!

lunes, 21 de diciembre de 2009

Vestimentas

Por alguna extraña razón, tenemos que vestirnos de ciertas maneras en ciertos lugares. Me explico, no podemos pasar el fin de año en playeras o ir a clase en tacones. No se puede ir en verano con una camiseta de manga larga o ir de negro. Bueno, una chica no puede.

Si un chico va a una fiesta con una camiseta normal, nadie lo mira con mala cara. Desde que sea una chica todos la miran. Una no puede ir tampoco sin pintarse, pero bien que pueden ir ellos sin haberse afeitado. Si una chica lleva unas playeras todos la miran, lo hace un chico y hasta llegan a decir lo bonitas que son. Pero en realidad, eso me da igual.

No me gusta la gente. Me gusta vivir mi día a día como me dé la gana. Me gustaría pasar la cena de Navidad como yo quisiese, vestida como me dé la gana a mí y no tener que "arreglarme" por obligación de mis padres. Tengo dieciseis años, no llego ni a la mayoría de edad, tengo que hacer lo que mis padres me digan, así que me pondré zapatos, dejaré que me arreglen el pelo y que me pinten.

No quiero. No es que sea caprichosa y necesite hacer siempre lo que yo quiera, bueno, quizá sí que lo sea, pero no consigo entender porque tengo que hacer que los demás estén contentos conmigo, cuando yo no lo soy. No pienso en las fiestas de Navidad como una opción "para ponerme guapa" sino como una tortura, en la que tengo que conseguir que todo el mundo pase de mí sin opinar, pero que yo no me dé asco a mí misma.

Desearía vivir en un mundo donde cualquiera pudiese ser quien es, vestirse como le gusta o moverse como le apetezca. Me gustaría que la tolerancia de la que todo el mundo habla se cumpliese. Me gustaría poder ser quién soy. Yo puedo pasar de los demás, no necesito opinar lo feos que son sus zapatos o lo mal que le queda una camiseta. Simplemente, que haga lo que quiera, yo no soy quién para decir lo contrario.

Me gusta la gente que hace lo que le da la gana. Quiero poder ser así.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Galletas

Llevo una semana entera pensando en galletas. No las típicas de los supermercados, sino unas galletitas de vainilla que aprendí a hacer hace unos seis años. Las aprendí a hacer con mi hermana y una de sus amigas. El año siguiente las hicimos de nuevo, pero sin su amiga. Este año quería volverlas a comer.

No he ido a comprar y no todo el mundo tiene ingredientes para galletas en el armario, o al menos en mi casa no es costumbre. Nadie tiene tantos gramos de harina o mantequilla, simplemente, se compran para hacer las galletas. Así que llegó el domingo, el día en el que tenía pensado hacerlas, para empezar la semana de vacaciones con el estomágo contento, no va a poder ser.

No sé por qué, cada vez que me propongo hacer algo nunca lo consigo. Soy como las promesas de Año Nuevo: al principio se cumplen. Después de un par de semanas nadie se acuerda de ellas. Mi promesa de Año Nuevo de este año es la siguiente: no hacer más promesas de Año Nuevo. A lo mejor así consigo cumplir alguna.

Sigo queriendo las galletas.

Solo para ti

Hagamos un trato - Mario Benedetti

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo


si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo


si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo


pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted


es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

martes, 15 de diciembre de 2009

Cumpleaños ii

Hace algunas semanas, les comenté que se acercaba el cumpleaños de una amiga, de alguien especial, alguien a quién quería hacer feliz y no sabía cómo. Ahí también les conté lo mucho que me preocupaba, que no sabía que hacer, qué decirle, qué regalarle, etc. Ayer fue su cumpleaños.

No sé como, pero ayer fui feliz. Me fue completamente imposible verla, ya que vivimos bastante lejos la una de la otra, pero igualmente quise felicitarla. Probablemente haya sido una estupidez y dentro de algunos años, si lo vuelvo a ver, me ría por mi corazón de adolescente, pero... disfruté como una enana. Le escribí un correo, le puse la letra de "cumpleaños feliz", le recordé momentos, ni buenos ni malos, solamente locos, me reí de la gente típica y sus comentarios y le enseñé una poesía. Una hermosa poesía, una de mis favoritas.

Para ella no creo que haza significado mucho, seguramente nada, o muy poco, pero para mí... fui feliz. Abrí mi corazón, lo escribí desde lo más profundo, escribí hasta las muletillas. Me sentí libre, pensé que en ese momento nada malo podía ocurrirme en el mundo, simplemente porque ella lo leería. Es una sensación maravillosa, pero... sobretodo la quiero a ella, es una persona magnífica.

Debo de reconocer que ella me contestó al email, me reí a más no poder. Quiero creer que no le gustó, quiero pensar que le pareció todo una estupidez, quiero confiar en que ella fue feliz... quiero tantas cosas. Pero me dijo algo, algo que creo que no olvidaré: habría preferido algo escrito por mí en lugar de por otra persona y... sonreí. Creo que nunca llegaré a escribir nada, me falta el tiempo necesario y... mis historias evolucionan, no me daría tiempo a escribirla.

Igualmente, pase lo que pase, será lo que tenga que ser. Seré distinta, olvidaré muchas cosas, olvidaré lo que fue mi infancia y adolescencia, pero estos momentos quedarán en lo más profundo de mi corazón. Cuando la vea el Sábado, la abrazaré y no pensaré. Oleré su pelo, sentiré sus brazos, escucharé su voz, miraré sus ojos, pero no pensaré. Su imagen se grabará en mi un poco más y creo que no se podrá ir. No sé que me hizo ayer... pero fui feliz.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Competitividad

Como en mi colegio son tan estupendos, hay ciertos días donde casi no tenemos clase. Hay profesores haciendo cursos por ahí, se han puesto enfermos, tienen excursiones con otras clases... vamos, lo típico. Los cursos tenemos algunas clases juntos, así que a veces, acabamos juntos en una clase en esas ansiadas sustituciones. Hoy tuve una de esas y me percaté de algo, el mundo es competitivo.

Con el tiempo, y por muchas quejas que hayan, que yo también tengo, sobre la educación de hoy en día, son más los que van cada año a la universidad. Cada día tenemos más expertos en las diferentes áreas y claro, crece la competitividad. Hay algunas carreras o universidades donde cuando terminabas tenías el trabajo prácticamente asegurado. Las cosas han cambiado. Ya no se asciende tan rápido, se exigen más conocimientos, en definitiva, que todo es más competitivo.

Es irremediable que esto ocurra y no me parece algo malo, es más, puede que sea hasta mejor, ya que así todos nos esforzamos más e intentamos aprender todo lo necesario. El problema está en cuando la competitividad deja de ser sana. Ver a la gente discutir por si uno dijo que era mejor que el otro en una asignatura, por si insinuó que alguien era malo en otra, reírse de alguien por su acento... No me gusta, no.

No puedo evitar sentir asco hacia esas personas. No digo que a mí no me gusta comparar mis notas o que reírse de algún comentario un tanto cruel no sea divertido, pero hay unos límites, señores. Los excesos no son buenos, así que cuidado con reírse demasiado o burlarse sin sentido, que la vida da muchas vueltas. Sean buenos, o al menos no excesivamente malos.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Navidad

Les tengo abandonados, mis niños y niñas del mundo, lo siento. Llego un momento del año en el que nadie tiene tiempo, da igual si trabajas, estudias o estás en paro, simplemente, el tiempo desaparece. Son las deseadas, a veces no tan deseadas, Navidades. Si eres alumno, te llueven los exámenes porque estás a final de evaluación, si eres estudiante, te esperan los exámenes de enero y febrero y como quieres salir en fin de año e irte por ahí de vacaciones ya has empezado a estudiar, si eres un pobre trabajador, además de que con las navidades todo cambia, llegan las cenas y los regalos navideños.

Sí, por alguna razón las navidades y los estudios van de la mano, así que a muchas personas como yo no nos da el tiempo. ¿Vas a comprarle un regalo al abuelo o te estudias las derivadas? Es una sucesión continua de elecciones. Además de que ninguna de las dos cosas las puedes pasar por alto. Si has llegado raspadito con las mates, necesitas aprobarlas, que si no suspendes la evaluación, pero... ¿se imaginan la cara del abuelo sin su regalín? Pobrecillo.

Pues bueno, con esto llego a la típica declaración que aparece en los medios: "este año no lo dejaré todo para el último día".¡Pues claro que lo harás! ¿Por qué quieras? Pues no. Intentarás ir en cada huequito libre que encuentres en tu agenda, claro que sí, pero en esos momentos todo el mundo hará lo mismo. Irás a las calles principales, estará lleno. Irás a las calles no tan principales, estará igual de lleno. Nos dicen que lo dejamos todo para el último momento, ¿pero tenemos otra opción?

Somos consumistas. Tenemos la necesidad de comprar regalos o tener una cena de Noche Buena por todo lo alto. ¿Por qué creamos en la Navidad? No, simplemente nos gusta ver a la gente contenta. Creamos o no en la religión, ¿a quién no le gusta una buena pata asada el día 24? ¿y unas uvas con un bien champán en Fin de Año? A todos. Les deseo buena suerte a todas esas personas, que aunque consumistas, lo hacen una vez al año, que todos nos merecemos una buena cenita de vez en cuando con la familia, estemos en crisis o no. Llegó el momento de salir a la calle y hacernos con el juguete más bonito para el sobrinito nuevo.

¡Feliz preparación de Navidad a todos!

jueves, 3 de diciembre de 2009

En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Energía Sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones.Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia. Por favor difunde este manifiesto en tu blog, Twitter, en redes sociales, en foros o imprímelo y repártelo.