sábado, 26 de noviembre de 2011

20N

Hace una semana fueron las elecciones. Me doy cuenta de lo que dura una semana aprovechada, tengo la sensación de que ha pasado mucho más. Pero no. Solo llevamos una semana y no veo las cosas muy distintas, sigo viendo un lado positivo y uno negativo. Como soy de esas que se dejan lo mejor para el final, empecemos por lo negativo.

Mayoría absoluta. Lo peor que nos podría pasar, un partido que podrá elegirlo todo, como quiera, sin tener la obligación de tener en cuenta a todos los demás. Y, encima, el Partido Popular. Sí, también sería horrible la mayoría absoluta del PSOE, pero, lo siento, me caen peor los populares. Cuestión de gustos.

¿Lo positivo? Pese a la lamentable e injusta Ley Electoral que tenemos, Izquierda Unida, UPyD, Compromís-Equo... son muchos los partidos 'pequeños' que tienen representación en el Congreso. Y pongo el pequeños entre comillas, porque con una ley un poco más justa, ya sea con el método de Hare o circunscripción única, serían muchísimos más los diputados que tendrían, sobretodo, IU e UPyD. Además de que habrían otros muchos partidos que conseguirían representación.

Una cosa quiero dejarla clara, la Ley Electoral no beneficia a los nacionalistas, es más, CiU, Amaiur o PNV se quedarían con los mismos diputados, con el margen de ganar o perder uno. El PSOE y el PP son los que más perderían, los populares se quedarían a unos 10 escaños de la mayoría absoluta, ahora mismo les sobran también 10.

Para terminar, miremos las cosas por el lado positivo. Es decir, ya están elegidos, ahora solo podemos esperar y confiar en que lo hagan bien. O no demasiado mal.

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