jueves, 5 de enero de 2012

Aeropuertos

Los trenes siempre fueron el lugar donde los escritores recordaban. Un lugar mágico, ver como avanzas, como cambian los paisajes. Los genios de la literatura de los últimos siglos han visto en los trenes el motivo de la vida, avanzando y cambiando.

Me parece curioso como vemos el mundo por las ventanas de los vehículos. Te subes a un coche, conduce otro, y te ves mirando por la ventana, viendo otros coches, o paisajes, o el mar, y piensas. A mí me suele ocurrir que me pongo a pensar en el futuro, pero creo que a muchos lo que les viene a la mente es el pasado.

Aunque me pase en los coches como en ningún lado, o en los trenes cuando los cojo, las nuevas generaciones también tenemos otro vehículo que nos hace imaginar, los aviones. Soy una persona que vuela, más que la media, menos que un empresario, lo que tiene ser de una isla. Cuando estoy en las alturas, y veo como avanza España a mis pies, y luego África, y el inmenso océano, es mi lugar para pensar en el pasado. La vida que tuve y dejé atrás.

El momento del aterrizaje y despegue cambia. Cuando salgo de Barcelona, mi pensamiento siempre es: vuelvo a casa. Dejar atrás la península para volver a nuestro pequeño universo. Aterrizar en Canarias es decir: ya llegué, siento haberte dejado. Pero cuando me voy, las cosas cambian. Dejar Canarias, siempre un punto de "nos volveremos a ver, en cuanto pueda volveré contigo", pero también el sentimiento de volver a la vida que quiero vivir, volver a mi mundo, a donde estoy creciendo. Llegando, siempre veo la ciudad, y ahí pienso: ¿qué me vas a enseñar hasta que te vuelva a dejar, Barcelona? Y aterrizar es llegar a una aventura, a mi vida.

Son paranoias mías, es lo que pasa por mi mente. Pero me gusta, porque cada viaje que hago, cada vez que llego o me voy de un sitio, pienso en algo. Me hace sentir. No es lo mismo cuando estuve en Frankfurt que cuando estoy en Barajas, o cuando estuve en Heathrow. Pero recuerdo a la perfección lo que siento en los aeropuertos, son las puertas a algo nuevo, me gustan los aeropuertos.

2 comentarios:

  1. Cada partida y cada llegada son completamente diferentes. A mñi también me sucede, hay lugares que son "hogar" y otros que son perfectos sustitutos. Cada aeropuerto tiene su propia dinámica, sus propios olores, sonidos, no sé como describirlo, quizá tenga que ver con lo que una este viviendo, lo vivido o lo que viene por delante. Los aeropuertos son puertas que se abren y se cierran, y los sentimientos que acompañan esas bienvenidas y despedidas, son un montón. Lo bueno es que en un mismo aeropuerto podemos saltar como locos de alegría en un reencuentro o llorar desconsoladamente al despedirnos....son lugares especiales.

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  2. Coches, trenes, aviones, barcos, etc, etc..Regresos, y partidas..Reencuentros, y despedidas..Puertas de entrada y de salida..Puertas cerradas, y abiertas..Pasado, y futuro..Sentimientos encontrados..Tristeza, alegría, ilusiones, añoranzas...Tú, subiéndote a la vida, para recorrer ese camino que te coduzca al destino que te ha tocado vivir..paisajes, personas, momentos, sensaciones..buenos, y menos buenos, pero al fin y al cabo, trocitos de tu vida..

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