miércoles, 3 de noviembre de 2010

Delirios de un estudiante

Los estudiantes deliramos. Por mucho que digan que no les importa la asignatura o que ya se lo saben o cualquier bobada, deliramos. ¿Qué tipo de delirios? De eso trata mi entrada de hoy, delirios que he tenido o que he visto. Una entrada que surgió de uno de mis delirios y dedicada a él va.

Pónganse en situación. Día antes del examen, ya avanzada la tarde, no has estudiado casi nada y no hay manera de escaquearse del examen. Empiezas a estar de los nervios. Llevas media hora en la misma página y piensas: "yo esta clase me la perdí", pero estuviste, "esto no es español", pero lamentablemente lo es, o, la más habitual, "no me da tiempo", esa es verdad. Sí, todos hemos pasado por esa situación. Y es cuando llamas en un ataque de nervios a un amigo o te conectas al MSN/Twitter/FaceBook/Tuenti para comentarlo con alguien.

Z: ¿Te sabes matemáticas?
A: Nooooo!
Z: Yo tampoco, joder. ¿Qué coño hacemos?
A: Suspender.
Z: Venga, joder, a estudiárselo, que seguro que nos da tiempo.

Ilusiones nuestras, es verdad que no nos da tiempo. Pero vamos que las ilusiones son nuestras. Cunde el pánico, gritas, te ríes como el que más, haces bromas, te cagas en las derivadas, las integrales y la madre que las parió, odias más que nunca a Hitler y también a la madre que la parió, odias a tu madre por obligarte a estudiar, te odias a ti mismo por no haber estudiado antes (Paréntesis: y dices mil veces que para la próxima empiezas antes y no lo haces), odias a tus amigos los que han estudiado por el simple hecho de haberlo hecho, imaginas que falta el profesor, hasta que te das cuenta que estás perdiendo el tiempo y también te odias, y terminas cabreado con el mundo y la vida porque sí.

Pues eso. Que se nos va la cabeza. Comienzas a pensar en trucos in extremis para aprender una materia que, seguro, no vas a conseguir recordar, aparecen esas bebidas, leche con gofio en mi caso, que deben conseguir que no seas capaz de dormirte, pero te duermes y te odias por ello, te intentas levantar antes para estudiar, pero estás tan agotado que casi llegas tarde al colegio. Y llega el examen. ¿Vas a aprobar? Quién sabe. Pero la de tonterías que puedes haber dicho, pensado y hecho la noche anterior te valdrían una carta para el manicomio.

Los exámenes son perjudiciales para la salud de un estudiante. He dicho.

2 comentarios:

  1. Si te sirve de algo, yo era igual y acabe sacando una carrera. Felicidades por tu blog.

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  2. Cuando sea mayor quiero ser como A..... jajajaajaj xD

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